Llegó muy temprano para dar órdenes, invocar la victoria, y se fue el mismo día con su todopoderoso avión divino. Simultáneamente, el mismo día, en otra parte del planeta, dio órdenes de eliminar brutalmente a soldados (y personas). ¡El amigo podría haber terminado esto rápidamente! El líder divino es el único ser humano que puede dar órdenes para matar a personas a voluntad; y lo hace todos los días. Nadie más en este planeta ha recibido jamás el derecho de matar a personas por placer, ego, mentiras y robo. Podemos reconocer a Selesky y a las autoridades británicas en la misma línea. Sin embargo, aquí todavía hay personas infernales completamente desfiguradas. Se perciben a sí mismos como dioses, legitimados para matar con poder ciego. Creen que todo el planeta pertenece únicamente al Rey-Dios occidental otorgado por el cerebro. Así, se repite el drama de milenios: sumisión por miedo, terror, cobardía, pereza, mentiras y avaricia. Muchos fingen ser una autoridad, ser piadosos, fieles en la oración y en el castigo: ¿pero para qué? Primero son pensamientos, luego el hombre pierde su ser interior. La diversidad de propaganda y narrativas envenena a la gente. Los planes de guerra corroen el cerebro, creando locura a partir de la lujuria, el éxtasis y la megalomanía. Antes de que comenzara, y antes de que ganara fuerza, se vuelve imparable. El espíritu está fuera de la botella y nada puede detener el drama. Hitler, Selensky, el veneno británico y la religión enferma están en el mismo barco. Todo esto solo pudo suceder por la ausencia de educación y espíritu. La pereza, la estupidez y la falta de liderazgo para un aprendizaje holístico promovieron guerras. El pueblo alemán ha sido traicionado de manera masiva hasta el día de hoy. Demasiados alemanes han confiado en el “Diablo” y han sido arrastrados por la seducción política. Alemania estará perdida en la estupidez hasta por 1000 años. Lo bueno es: para entonces, todos estarán muertos. El modelo suizo de paz y prosperidad es el mejor concepto que Suiza puede ofrecer al mundo. El núcleo es: Suiza nunca se trata de guerra, sino siempre de protección para evitar guerras, en Suiza y donde sea. Suiza tiene algo valioso que nunca debería renunciar, perder o vender.
De el Mensajero. Marbella, Dr. Eduard Schellhammer.
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