Pandora: Parte 3
Un faro de esperanza: trazar el camino hacia un futuro sin guerras
No es demasiado tarde. Aún tenemos el don y la libertad de actuar, de aprender o de permanecer en la oscuridad. Aún podemos aprender a confiar en nuestra voz interior. A pesar de que miles de millones han sido asesinados en vano y en la intoxicación de la muerte, el alma también muere en una especie de suicidio colectivo a través de la codicia económica y un grado de ceguera que es lo suficientemente poderoso como para enviarnos al precipicio y destruir la totalidad de la humanidad y el mundo natural. Primitivos, son los gobernantes a los que se les dan las llaves de la destrucción, y la capacidad de eliminar toda vida humana.
Así pues, este mensaje final sirve para establecer las reglas básicas para un mundo sin guerras y la raíz de todas las guerras. Nos encontramos dentro de las construcciones y los confines de la prisión de las élites milenarias. El panorama general es que los pocos más fuertes siempre han subyugado a los muchos más débiles y la ausencia de una educación y crianza que merezcan la pena siempre ha creado desequilibrio. Hoy seguimos viviendo en un mundo creado con varios niveles de castas y estos niveles de élites utilizan su poder y superioridad para controlar otros países.
Se calcula que hay unas 200 élites y subélites que nos controlan a todos. Yo llamo a esta lista la lista de los 200 principales explotadores. En pocas palabras, estas 200 élites subyugan a casi todo el mundo durante toda su vida. Sus herramientas son la explotación, la religión, el control de la información, la pobreza y la educación de baja calidad.
Los principales líderes mundiales, presidentes, titanes y otros actores están implicados en este proceso. Una solución podría ser no permitir nunca que el pueblo sea llamado al campo de batalla por los intereses de estas élites. A lo largo de los años se ha visto una y otra vez que esta gente son los mayores mentirosos, y no se puede confiar en ellos. Hoy acumulan billones y trillones de dólares y luego amenazan a la humanidad con energía nuclear. Estos vagos, codiciosos, cobardes e hipócritas necesitan volver a la escuela y reaprender lo que significa ser humano. Yo sé cómo limpiar su espíritu y su mente. El Nuevo Mensajero tiene todo lo necesario para reeducarlos y que la humanidad pueda salvar su futuro. Esta es la única manera de prepararse para construir una nueva humanidad para los próximos 2000 años.